A cuanta gotas,
Es como dosifico tu calor residual,
Sí,
El calor residual que dejaste en mi alma,
Cuando tu tocabas mi piel con tu aliento,
Cuando dejabas tu eco en nuestros rincones.
A sorbos,
Son las bocanadas de aire,
Que tomo de los lugares,
En el que respiramos en nuestro amor.
Así espero la primavera en tus ojos,
Como vigía nocturno,
Que se priva del sueño;
Para seguir en la realidad de esta historía,
Está historía con puntos suspensivos,
Pausados en poemas,
Y en los latirés,
Que dejaron nuestras almas cada encuentro.
Y al grito de nuestras noches,
Te escribo,
Con los puntos suspensivos,
Que dan continuidad de la grandeza,
o decadencia de esta esperanza loca.