Sólo una foto difusa
quizás arrugada y amarilla
por soles y vientos,
que no disipaba las distancias
de enormes hemisferios
y océanos negros y profundos mares,
que nos separaban…
Me leías en este Foro
y me decías que te gustaba mi poesía
pero que no fuera tan triste...
eras una niñita perdida en tristezas
huérfana y de pequeña familia,
que lentamente desfallecía
en Amberes,
(aunque amabas Valencia)
y en estoico silencio,
callabas...
Niña por mí, tan amada!
que cantaba y escribía
los más bellos versos,
“a su manera”
escondiendo sus atroces dolores
y el tic tac del reloj inexorable
de péndulo que marcaba,
sus horas contadas.
Envuelta en muros de piedras
duras y rocosas,
buscaba en el fin de sus días
cobijo de madre.
No se privó de Vivir lo que le restaba,
se enamoró de
David, a quien tampoco le contó
que moriría en semanas.
De aire puro y aromas de rosa,
eran sus versos,
aunque sabía que pocos días
quedaban de su corta vida
imaginaba encontrar en el Cielo,
a su madre
Rosa María,
en un jardincito
pequeño y florido
y ahí sonreía.
Cuando partió Inmortal
hacia los Cielos,
se detuvo la lluvia y el viento
el Sol oscureció en eclipse
y colapsó la Tierra Toda.
Y mi alma desgajada, tiernamente
cerró sus ojos, nunca vistos.
Dani, ya has traspasado
la Puerta Imposible del Olvido...
“Vive por mí”
me escribiste en tus últimos
versos de despedida.
Y así lo haré.
Ya llegó el silencio
de la noche cegada
en estos versos escritos
desde el Fin del Mundo,
cayó ya el ocaso
y llego la siniestra penumbra.
Y se dislumbran algunas
perdidas estrellas,
(Ya vives entre ellas!)
Y eres la musa que las inspiras
en su Fuego Eterno
que me susurran en mi letargo:
Vive por mí!
Sin mover los ojos, inmóvil
en mi lecho
increíblemente helado,
pienso en ti, hijita del Cielo,
dulce Dani!
y en tu silencio ni queja alguna,
con que hasta el Fin
de tu corta permanencia
en esta Tierra,
me has protegido y regalado.
Me encargaré de derramar tu poesía
en portales a doquier en este Mundo,
hasta el fin de mis días…
sólo espérame!!!
Patricia Aznar Laffont