El hombre y su paraíso
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza
Voló por los aires del infinito, buscando una añoranza
Aterrizó en un jardín esplendoroso de su esperanza
Tierra hermosa, paraíso para echar raíces, de sus mudanzas
De las mieles de la libertad, era vagabundo y errante
Es y seguirá siendo de la naturaleza, el ser más importante
De las montañas y sus aguas, solitario se veía su semblante
Corría y gritaba, ver las bellezas a su alrededor, era emocionante
Paseaba por el edén, taciturno y desprevenido
Una figura hermosa detrás del manzano, lo ha sorprendido
Paralizado y mudo, ver aquella mujer hermosa, lo ha enloquecido
Con su cabellera larga y su cuerpo desnudo, del manjar prohibido
Con su inteligencia, la tierra y sus mares, ha conquistado
De la mano de la mujer querida, la ciencia ha despertado
Los tiempos pasan, la historia del hombre, por siempre será recordado
Sus triunfos y derrotas, de los confines, sus ecos serán escuchados
Con sus poemas, seducen y conquistan a su amor querido
Con una sonrisa, se convierten en reyes consentidos
Su caballerosidad lo convierte en elegido distinguido
Tiene a la mujer amada, de sus manjares, enloquecido
Con su arduo trabajo, al mundo entero revoluciona
Con su espíritu de lucha, la vida perfecciona
Con sus sueños y esperanzas, con sacrificios que nunca abandona
Con su mujer hermosa, prolonga la vida con pasión que emociona
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga, marzo 19-2019