En la suavidad del trópico
soy otoño
desnuda de acechos
con frutos de acierto.
He cortado raíces
para no oír el eco
de la mudez de los versos
y la impunidad del silencio.
Sigue lamiendo tus heridas
mientras yo
diáfana de ti
acelero tu regreso
y te regalo
este equinoccio perfumado
con cerezas y besos
deshojada de ti
desapegada de mi
bendigo este rotar nuevo
y sigo empujando el tiempo.