Creo en ti como a la flor,
creo en ti como a la vida.
Creo en ti porque eres luz
y agua clara a la deriva.
Creo en cada mañana,
en cada hora perdida.
Creo en ti cuando me faltas
y cuando me llenas de dicha.
Creo en ti entre tus brazos,
entre tus olas que derriban.
Creo en ti como en el delirio
que te agranda a desmedida.
¡Creo en ti... porque te amo!