Evocare aquellas noches, a casi comienzos del otoño,
Cuando en penumbras chocamos en miradas,
Cuando gastábamos las horas en suspiros,
Cuando llenábamos los huecos con caricias,
Cuando pintábamos el firmamento con sonrisas.
En nuestra cama el mundo ya no existe
Aislados, saciamos la sed incontenible de amar
Te pegas a mi piel, me susurras al oído,
Inhalas profundamente hasta consumir mi aire,
Te cobijas en mi pecho, diluyes tus manos por mis rincones,
Y mi corazón se abre como pétalos de rosa
Cuando tus labios llegan a mí como un roció fresco de la aurora.
Quiero mujer, que pierdas tus días en mis noches
Que agonicen tus sueños en nuestra habitación
Cruza el umbral de mi vida sin puertas,
Toma posesión de este amor sin fronteras
Y evoca como yo, estas noches de otoño.