Danny McGee

LA CARTA DE UN ASTRO.

La carta de un astro.

Se cuelga la noche… y empiezo a escribirte. Es siempre de noche en la luz del poema -aquel que me abraza con voz de cristal-: la lira del verso amerita respuesta y un poco de magia de azul nocturnal.
Me dice esta carta que tú estás presente: presente en el verso de luna serena, en toda la brisa que rima en mi frente y en todo el silencio que cubre al poema.
Te escribo una carta de aromas silentes, de flores furtivas que nacen del alma y, sin que yo sepa la frase que viene, un astro consigue enhebrar mis palabras.
De todos los versos que surcan mi mente, hay uno que busca escribir tu sonrisa, hablarte del vuelo del astro de siempre y luego… contarte que tú abres su dicha.
Un astro me cuenta de tu alma en un sueño, de aquella penumbra que poco motiva; y tú, que caminas soñando en tu vuelo, ignoras que un astro por siempre ilumina.
Tú tienes un astro colgado en tu pecho, que alumbra las noches de tu corazón. Tú tienes un brillo de albores de fuego y un rayo de rosas que esparce pasión.
Cuida la estrella que eterna palpita, la estrella que sabe cumplir con tu anhelo, y cuando no encuentres su luz infinita, medita un momento… y busca en el cielo.