Invitación al delirio
Incautos rubores de tus mejillas, fulgores diamantinos de luciérnagas revoloteando por tu vientre, puente entre dos almas, fructífero fervor de dos bocas buscando la intimidad de sus lenguas, así somos tu y yo, entes compartiendo un mismo sentir.
No es una Indómita prosa esa de querer provocar ríos de poemas entre tus muslos, colmando el cuerpo de rubores tu deseo, es una invitación al delirio de manera irremediable cuando ando deseoso de tenerte.
Somos trovadores del amor, bufones de sonrisas, nubes colmadas por abrazos del cielo, odisea de dos almas floreciendo en primavera, corazones desquiciados por la obsesión de latirnos.
Si de besarte, tenerte, respirarte, desnudarte, follarte, prendarte, colmarte, y amarte lo inimaginable, es amar como yo siento y tu sientes, ni invisibles, ni transparentes...tu y yo seremos lo nunca visto.
Por ello los besos obtenidos por amor nunca llegan tarde para quien los espera, pero son cortos si son deleitados sin tiempo, y extensos si se dan lentos, sin prisa, sin pausa, como los nuestros dejando un buen sabor de boca.
Jordi Etresi