Patricia A. L.

ESTIGMA


  


Hijo,
has legado mi estigma. 

No te asuste, 
no te impresione,
conocida ya la ardua tarea,
compartiré tu carga.

Hallarás flores y cardos
en tu camino,
que nace reciente,
en Himnos Soleados
o en las más oscuras 
Penumbras.

Verás, en ellos 
lo que Otros no pueden.

Y tal vez halles un Hueco
en donde puedas
curar tantas heridas,
y encerrar tus fuegos
y tus espumas blancas y frías,
huracanes y tormentas,
tan tuyas y como desconocidas

Yo seguiré junto a ti, 
muy cerquita,
por si me necesitas.

Encontrarás en esta 
silenciosa viajera
y aventurera temeraria
a alguien quien conocerá tu dolor,
y tratará de echar bálsamos
a tus heridas,
y apagará suavemente tus incomprensibles,
dolores y llamas..

Abrigaré con mis besos
y caricias,
los hielos que te dañan.

Hijo, no es tan malo,
(serás más Hombre que el resto).

Palparás en carne viva
las Verdades Eternas 
y los Sueños..
escucharás la Música de las Almas,
su candor y su defecto.

Hijo,
No te asuste, no te impresione.

Serás Amanecer y Ocaso
Sol y Luna,
Contraste y Armonía,
Raíces y suspiros.

Pero, a tu paso vacilante,
por la insegura senda
que empiezas a transitar,
no estarás solo…

escondida en una estrella, 
en un pétalo de magnolia pura,
en la ola mareante del océano
y en aquella sutil brisa
azul y sibilante,
escucharás la vieja voz 
que te susurra despacito:

“No te asuste, no te impresione
YO soy Tú eres Nuestra Sangre”.

y con sólo respirar 
un suave aroma,
allií estaré, hijo
fundida en ti


hecha Cielo, 
Mar Y Soplo Dulce

decidida, amor,
ante Dios,

a refugiarte.

 

Patricia Aznar Laffont

(dedicado a mi hijo Pablo Ignacio en 1992)