Definitivamete no ha de haber
Otra razón que sólo Dios,
Que al pensar en tu creación,
Se inspiró en el mas bello Querubín,
En el mas bienaventurado Serafín,
En el mas aventurado ángel del cielo.
Habrá volteado a ver la Tierra
Para saber que le faltaba,
Pensó entonces en tus ojos
Los llenó de la luz del Sol,
Del color del bello amanecer,
La ventana perfecta de tu ser.
Modeló con la mas fina arcilla
Un rostro de formas delicadas,
El marco perfecto de tu mirada.
Moldeó tus labios y sonrisa
Pensando en iluminar las almas
De quienes compartieran tu vida.
Escuchó al mas dulce ruiseñor,
Y llenó tu voz de su dulce melodía.
Colmando todo tu ser de armonía
De forma que con cada palabra
Inundaras de bella música la vida.
Delicadamente sopló Su suspiro,
Dotándote del alma mas bella
Que con amor pudo haber creado.
Te ungió de sentimientos hermosos,
De ternura y lleno tu corazón
Del perfecto amor de mujer.
Rozó tu mente con sus manos,
Dotandote de sabiduría e inteligencia,
Valor y coraje, pureza y amor.
Finalmente esculpió con detalle
Tu hermoso cuerpo, templo de tu alma.
Todo en armonía y perfecta proporción.
Dios vio su creación en ti
Y se dio cuenta de la mujer
Que con amor había creado.
Dios quiso compartir su creación,
Con quien sepa ver dentro de ti
Su obra maestra en tu ser.
Doy infinitas gracias a Dios
Por tu creación y existir,
Doy eternas gracias a Dios
Por poner en mi camino
A tan sublime creación,
Para con ternura admirar.