Danny McGee

MI ALCOBA DE POETA.

Mi alcoba de poeta.

Cuando llega la noche a teñir de silencio mi alcoba de mil versos que dan vueltas por el aire, yo pienso en qué dirías si mis letras te dijeran del amor que hay en mis hojas en la noche de tus sueños, de la tinta que se esparce cual tus labios de arrebol y de tanta metáfora que se enreda en tus cabellos.
A veces me pienso con tu beso en mi mejilla y con las ganas furtivas de saberte en mi boca, pero todos son sueños que se van a la deriva, a granel y sin sorpresa, porque todos los sueños conocen el fracaso y los falsos colores de una vida imaginaria.
Te tendría en mis brazos en las noches de hondo agobio, secaría cada una de las gotas de tu alma y en ella escribiría con aromas de un vergel, de un vergel que nacería por cada pena tuya y por cada pena mía por saber cuanto lo ignoras.
Te tendría en mis brazos de la noche a la mañana, hurtaría tus besos hasta ver la luz del alba y seguiría pidiendo que por siempre me besaras; seguiría hasta amarte como nunca nadie ha amado o por lo menos como nunca en mi vida supe hacerlo.
Cuando llega la noche a teñir de silencio mi alcoba de mil versos que dan vueltas por el aire, sigo siendo el poeta de tus sueños en la almohada, el que sabe contemplarte en la luz del pensamiento y el que nunca te reprocha por tu tan frío desdén: soy el mismo que desvela por buscarte en un poema en el más gélido abismo de las pétreas ilusiones.
A veces te siento con tu aliento en mi cuello y con aires de una musa que pretende abrazarme, pero sólo es un sueño que me atrapa durmiendo en un triste rincón de mi alcoba de poeta.