Soy la tinta de un escritor,
lo dicen claro mi mente y mi sueño,
el café lo tengo por dueño,
y el cigarrillo por fumador.
Al cansancio de un buen pastor,
se le escapa hasta el mas risueño,
al igual que al poeta hogareño,
algunos versos a su favor.
En el caliente verano abrasador,
los versos salen floridos,
las palabras, gritos y alaridos,
del hombre sabio y pensador.
aveces hasta un barredor,
escribe versos bonitos,
frases y poemas cortitos,
escritos del alma y con amor.
Por eso, óigame usted Señor,
lo doy yó por bien hecho,
hoy salio desde mi pecho,
que soy la tinta del escritor.