Cansinos van por el mundo.
Dando la vara al que pasa.
Una y mil veces repiten,
lo que creen que les pasa.
Te lo cuentan, lo aseguran.
Te lo afirman, lo proclaman.
Día y noche repitiendo.
Así la vida les pasa.
Que cansados los cansinos.
Gran paciencia hay que tener.
Ya terminan, lo parece.
Pero empiezan otra vez.
Te relatan sus hazañas.
Sus vivencias son lo más.
Ves en su cara disfrute.
No se pueden controlar.
Mil veces te lo repiten.
Intentas pararlos pues.
Ellos siguen en su bucle.
Por si no entendiste bien.
Pensamientos aparecen.
No dejan de aparecer .
A lo que sin cesar repiten.
Sin apenas yo querer.
Ya les dices que los dejas.
Que tienes prisa, te marchas.
Y allí se quedan buscando.
A quien contarle su causa.
Sienten necesidad extrema,
de llamarte la atención.
Para sentirse escuchados.
Mendigando aprobación.
Quizá busquen un abrazo.
Quien les acaricie el alma.
Quien les ayude en su vida.
Con quien disfrutar de calma.
Será que su vida es triste
y así se sienten mejor.
Repitiéndose su historia.
Quizá por falta de amor.