Espero tener a mi alcance
tus hermosas lunas llenas,
lácteas, plateadas, tibias,
firmes y nutrientes.
Disfrutar sin prisa de ellas, de sus reflejos,
para iluminar mis noches, mis dedos,
mis labios, mi cuerpo, mi mar.
Hermosas como espejos son tus grandes lunas,
envidia son del sol y las estrellas,
y no quiero otra cosa más que dormir con ellas.
Pegadas a mi cuerpo en un tibio espasmo,
de ansias, de espera, de brisa y sal.
© Armando Cano.