La fiesta exclusiva...
Ya no ves la luna llamándote
- enamorada
no corras, no corras
con tus pies descalzos
sobre el rocío que te llama
porque el ruido del tren
de temporada te llevó lejos
como arrancando del edén
del abraso cariñoso
- temperado
de la lágrima de cuento
- con voz de abrazo...
No te vayas, no te vayas lejos
- acompáñame
luciérnaga enamorada
- alúmbrame
luna compañera
toma mi mano
- abrásame
sonríe una vez más para romper
- los silencios
que irrumpen como truenos revelando
existencias de gritos de muchedumbres
que denuncian sus dolores
de abandonos y de olvidos…
¿Cuánto lucharon las amapolas de cristal
por hacerse presente
en la fiesta exclusiva
de los que tienen tanto...?