PUEBLO ANDINO.-
Nevados, valles verdes y riachuelos,
nubes altivas que adornan el cielo,
que se nutren con los manantiales,
brotando el agua cristalino puro helado,
para saciar la sed de los campesinos.
Pueblo andino matizado de flores,
refrescado por el roció matinal
acompañado del cántico de un gallo,
que anuncia la llegada de un nuevo día.
Los eucaliptos vibran con el viento,
moviendo sus brazos para sombra,
brilla la campiña con el rayo mañanero,
dando alegría y esperanzas de vida.
Tierra prodigiosa de la serranía,
asegura mis pasos por tu suelo,
regalame los frutos de tus entrañas,
para vivir por siempre en tu seno.
En el silencio de la noche fría,
la luna alumbra nuestras vidas,
se escucha a lo lejos el aullido
de un zorro casquino abandonado.
Justo Ponte C.--
Lima, 24.3.2019.