No sé si él es fuego y ella gasolina,
o si son un poco de ambos los dos.
No dudo que cada incendio feroz
de hollín sus corazones contamina.
Van en tal sinusoide que origina
una ignición de impulsos tan veloz.
Es un ciclo de altibajos atroz
con límite tenaz que los confina.
No sé si se quieren, o se querían,
o si los atan vástagos de amor
mientras se incinera algo día a día.
Ahora el ciclo regresó a su albor:
si se apagó el cariño ¿Por qué ardía
en el lecho la llama del amor?