Y me vestiré tus aguas,
nadaré en tu ropa.
Voy a leer tu vida en esos
pájaros que ventilan a
aleteos toda tu cueva profunda.
Voy a desnudar tu corazón antes
de que se esconda otra vez,
y cuándo el sueño se apodere
de tí tejere un nido en la ramas
del árbol de tu inconsciencia,
acariciaré con mis manos
recién nacidas la sombras
de tu silueta en las nubes,
esta noche celeste
en la que piensas en mi.
Te besaré.
Te daré mi ser.
¡Sin que te des cuenta!