El cazador cazado…
Hubo una vez en un bosque
lleno de flores y lagos,
un cazador que la historia,
nos cuenta que fue cazado...
Hombre solo, muy robusto
que vivía siempre aislado,
teniendo un único gusto,
el cazar por todos lados.
Sólo una vez en el año
bajaba al pueblo a vender,
los cueros que había cazado
en todo su recorrer.
De nutrias, ciervos, chinchillas,
animales por doquier,
lagartos, pumas y víboras
más otros que ya olvidé.
Con el dinero obtenido
él cargaba su carreta,
con comestibles y vino
en toneles de madera.
Bolsas con mil perdigones,
barriles (pólvora seca),
uno o dos pantalones,
ropa interior y chaqueta.
Y todo lo necesario
que creyera conveniente,
para pasar otro año
lejos siempre de la gente.
Según se cuenta, de chico,
perdió toda su familia,
de allí en mas quiso el destino
dejarlo solo en la vida.
Adoptó la cacería
a modo de subsistencia,
aprendió a pescar un día
y a vivir toda inclemencia.
Así fue pasando el tiempo,
casi ya unos treinta años,
pero un día bajó al pueblo
como siempre y algo extraño...
Sintió que en su corazón
algo se había clavado,
era un neto cazador
a punto de ser cazado...
Por unos ojos tan verdes
que muy sutil lo miraron,
era el amor de repente
que en su pecho había golpeado.
Y vendió lo que traía
y compró todo apurado,
el regreso no existía,
él estaba enamorado!
De ese ángel que su cielo
envió para mirarlo,
y de quien quedó tan preso,
ardiendo y desesperado.
Compró nueva vestimenta,
sombrero, botas, cigarros,
y luego al pagar la cuenta,
fue al hotel y pidió un cuarto.
Solicitó agua caliente
para propiciarse un baño
y luego fue de Vicente,
el peluquero del barrio.
Al salir cual hombre nuevo
de dentro de aquel local,
buscó a su ángel del cielo;
no importaba nada mas.
La gente que lo veía,
no lo podía creer,
mas la chusma de Felisa
dijo… yo sé porqué fue.
Vi bien cuando se miraban
de modo pecaminoso,
el cazador y la dama
allá en la puerta de Tozzo.
Éste es el comprador
de cueros, pieles y otros,
al cual lleva el cazador
todos los años un poco.
Seguro que lo invitó
a su casa la damita,
era cual decía yo...
No es tan santa la niñita !
Por detrás de la reunión,
sin que lo viera la gente
apareció el cazador
a preguntar justamente...
Quién de todos a él podría
informar la dirección
del ángel que en ese día
con sus ojos cautivó...
A todo su cuerpo y alma
pero de pronto escuchó,
la tremenda falsa charla
que Felisa allí creó.
Y con bronca y picardía
se abrió paso entre la gente,
dirigiéndose a Felisa,
dijo amor\"... ya estoy presente !
Vamos que quiero besarte
y abrazarte hasta el delirio,
a punto tal de matarte
con mis caricias y mimos.
Ésta quedó anonadada,
sin saber lo que decir,
los demás no decían nada
y comenzaron a huir.
Ambos quedaron a solas,
la chusma y el cazador,
desde lejos las mironas
con cierta envidia y pudor...
Platicaban entre todas
lo que dijo éste señor,
como diciendo que zorra
que es Felisa...Ay! que horror .
Él la tomó de la mano
y a su hogar se dirigió
y del episodio hablaron,
hasta el cura, Don Ramón\".
Cuando estuvo ya en su casa,
sin que nadie los mirara,
le dijo sos una falsa
y largó su carcajada.
Esperó que oscureciera
y fue al cuarto del hotel,
mas al entrar oh! sorpresa
la dama era hija de...
Don Julián Jacinto Cuevas
y Elisa María García,
los dueños de La Reserva\"
el hotel en que vivían.
En el salón comedor
a la hora de la cena,
alguien le dijo señor
con una voz muy serena...
Y al levantar su mirada
vio a su amor que le traía
una carta que enunciaba
todos los platos del día.
Tenga usted muy buenas noches,
que desearía tomar,
el menú ya trae un postre
que es delicia de éste hogar.
Lea tranquilo la carta,
permiso, yo vuelvo ya,
mientras elige, una tarta,
a otra mesa he de llevar.
Él quedó enmudecido
sin poderle responder,
sus ojos miraban fijos
a tal hermosa mujer.
Todo tieso y aletargado,
no pudiéndolo entender,
el destino le había dado
el mas precioso placer.
Ahora sí, le traje el vino
y panecillos calientes,
dígame lo que ha elegido
y él contestó impaciente...
A ti\" mujer de mis sueños,
sólo a ti te quiero yo,
todo mi amor te lo ofrezco,
soy un hombre cazador...
Que a partir de tu mirada
esta mañana quedó ,
pensando en la dulce dama
que flechó a mi corazón.
Totalmente sorprendida
y no pudiendo expresarse,
se retiró a la cocina
a modo de refugiarse...
Y pensar lo que le dijo
el esbelto cazador,
tal vez por puro capricho
o quizá por gran amor.
Por otro lado en la mesa
él se sentía expectante,
mas lo invadió la tristeza
cuando un mozo de otra parte...
Le dijo con sutileza
lo atenderé en un momento,
mientras llevó su bandeja
con postres y caramelos.
Señor tenga buenas noches,
que desearía comer,
por favor usted perdone
la actuación de esa mujer.
Con gran dolor en su alma,
sólo la cuenta pidió,
dirigiéndose a su cama
dormido allí se quedó.
A la mañana siguiente
ni bien el sol asomaba,
saldó el importe pendiente
por el cuarto que alquilaba.
Fue al establo en que se hallaba
su caballo percherón,
y ensillando cuando estaba
le pareció oír la voz...
De quién con sus bellos ojos
del color verde del mar
y cabello cual el oro
él se supo enamorar.
Se dio vuelta lentamente
y allí estaba temerosa,
con su corazón latente
cual la flor que es mas hermosa.
Y caminando hacia él,
con un tono cariñoso,
le preguntó... se va usted ?
Dígame cuánto le importo?
Es verdad lo que me ha dicho
anoche en el comedor ?
Porqué yo siento lo mismo
pero tengo un gran temor.
No he podido proseguir
luego de tales palabras,
tampoco logré dormir
porqué estaba perturbada.
Empecé a soñar despierta
una profunda pasión,
comenzada allá en la puerta
de Don Tozzo, aquel señor...
Al que le entrega sus cueros
cada año cazador,
y que yo miro de lejos
ya hace mucho mi señor.
Deseosa llegara el día
y al fin el mismo llegó,
sepa que mucho sufría
al irse al bosque oh! Dios...
Permaneciendo callado
pleno de amor y alegría,
fue una lágrima asomando
y corriendo en su mejilla...
Por tan hermosas palabras
que jamás había escuchado,
dejó el cazador la caza
porqué lo habían cazado.
Fueron ambos muy felices,
todo el pueblo festejó,
y algunos... dicen que dicen...
que Felisa...se curó !..
Luis A. Prieto
jueves, 30 de noviembre de 2006.-