ODA A LAS HORAS QUE PASAN
En galope… avanzan ellas anegándose al ocaso,
llaman con voz silente al genio que en paz duerme,
ni siquiera el caos las detiene,
ni el big-bang que por curiosidad nos trajo.
Ahí van ellas por el desfiladero
armando días de tedio,
noches inconclusas por falta de deseo,
asfixiándose entre sabanas mojadas por el tiempo,
hechas de eternidad
obviando ser recuerdo.
Enumerando vidas… cronométricamente,
amigas del nacer,
comadres de la muerte,
testigos de batallas,
de memorables tiempos,
de sueños que se apagan,
de aventuras pendientes,
de todo y de nada.
Son humo que se esfuma,
como agua entre los dedos,
sombras, sombras no mas,
episodios de un verso,
narradoras que van recitando en poemas
lo que fue nuestra vida
que en recuerdo se abreva,
una vana ilusión
y un ayer que nos queda.