AUSENCIA
Vientos gélidos llegan del norte
se vislumbra una tarde fría, y gris,
un pecho rojo duerme en su nido
sus cantos ya comienzan a ceder;
camino por las calles vacías
tan llenas de nostalgia del ayer,
¡Cómo me gustaría encontrarle,
poder escribir versos en su piel!
aún llevo en mis labios su dulce miel;
el sol cambió su tono naranja
el arrebol pierde la batalla,
una noche larga se presagia,
suscita llanto la madrugada,
sentir como mi alma se desgarra;
la agonía, atrapó todo mi ser,
la melancolía me puede poseer,
pinta la tristeza el amanecer
recordándote querida mujer.