(O.Noir Restaurant, Montreal, Noviembre 2017)
Pude escucharlos
como torre de Babel,
en dos idiomas que parecían un millón.
El flirteo de la cita a ciegas
El sonido de los cubiertos
cubriendo la timidez de aquellos indecisos
hablando de la vida como si la entendieran.
“¿Prefiere carne?”
Yo prefiero compañía, pero no la tengo
No, prefiero escuchar a los futuros amantes
y a los que antes se amaban, pero ahora sólo pretenden
A los que tienen tres hijos y aún sienten como niños
A los que vinieron con expectativas y se van cabizbajos
A los que no esperaban nada y se van enamorados
Y esas conversaciones profundas
de quienes no pretenden saber nada.
La soledad me sienta bien.