Nestor Varela

Latido impertinente

Se que te amo sin posibilidad

de equivocarme o de un quizá,

espiración de mi sensibilidad

tu nombre de mi pecho se saldrá.

 

Bajo el farol de un lúgubre café

te veo descender de un caballo negro,

en la fría Santa Rosa yo pensé

yace mi alma en el asfalto negro,

 

envuelto entre la escarcha de la bruma,

sin que me notaras, preciosa cruzas

y un haz de luz a tu pelo se suma

en la mirada de tristes lechuzas.

 

A tu espalda el cielo triste se descuelga

perdiéndote en el abrazo de aquel joven,

más de la luna mi esperanza cuelga.

 

Te veo partir y al alejarte

en mi pecho el latir obsesivo,

impertinente no deja de amarte.