Esparcidas por el viento volaron las cenizas, de la houguera de amor de dos cuerpos que se quemaban
Ya no volvieron a los labios las sonrisas, solo lagrimas en los rostros de los ojos que lloraban
Arrojadas al abismo se fueron las alegrias en el hielo arrojado al fuego se acabaron las ilusiones
Enterradas las esperanzas de aquellos lejanos días en la neblina se desbarataban las noches de pasiones
De aquellas dos almas que se fundian en llamas en cenizas de amor quedaron aquellos dos corazones