Armando Cano

LLAMADA.

 


Hoy me sorprendió escuchar que llamabas,
grata sorpresa fue para mí, para mi alma,
saber que me recuerdas.
Fue un rayo de luz de lejano faro,
esperanza para mi corazón.
Supe al fin que te interesa saber de mí,
de mis tristes mañanas,
de mis sueños con ansias, de mi vida en el mar.
Quisiera saber si es sincera tu causa,
si verdadero es tu amor;
o si tus dedos gimen como gime mi alma,
si tu pecho canta o es sólo brisa marina,
de esa que nubla el entendimiento,
que haga mi barca naufragar.
Bueno es escuchar tu voz a la distancia,
saber, creer que me amas, y,
retornen las ganas de entre tus brazos estar,
arroparme nuevamente con tu pelo
y buscar en tus olas, en tus playas naufraga.


© Armando Cano.