Tu aroma...
¡Bendito sea!
Sentirme cubierta con tu piel
y reflejada en tus ojos de miel...
que mañana tan perfecta.
El sol que con sus rayos
roza tus labios
que quedan expuestos
a mis antojos
mañaneros.
No, no me harto de tenerte,
de en ti derretirme
como lluvia suave caerme
entre tus piernas como en un parapente.
Mi sátiro cazador.
Has traspasado mi corazón.
Por ti, los sueños
se vuelven vida de tu aliento.
Si he pecar que sea contigo,
todas las veces,
todas las noches,
y lo que me quede en ésta vida de camino.
No puede ser condena
el amarte y a ti entregarme.
Cuando con tu existencia mi alma se llena.
Pero, si a caso he de parar
en el vil infierno
que sea porque me vacíe en amar
a quien disipo mis miedos
y dio fin al desolado invierno.
Tu aroma,
todo tú...
¡Benditos seas!
Eres luz,
volcán...
cielo azul.
Que me besen siempre
tus perversiones.
Que me abrazen siempre
tus ilusiones.
Mi desnudez y locura
sean tuyas...
y tu arder, tu desenvoltura
sean mías...
Que sea nuestro canto de aleluya.
De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )
Publicado el 25/03/19
11:05pm
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