WandaAngel

SUEÑOS

Estabas ahí, mirándome, 

como cuando eras mi ilusión,  

mi casa, mi paz. 

Me diste aquella sonrisa que 

aún puedo dibujar en la oscuridad;

esa imagen tuya 

llenó mi alma de calor, de

ternura, de la más pura felicidad.

Caminaste hacia mí,

con tu paso largo y resuelto;

Mi corazón enternecido no pudo

negarse a acelerar su palpitar.

Entendiste tu mano, 

cómo invitandome a bailar,

o quizás a volar. 

Te miré a los ojos a través de la

brisa contenida en mi mirar;

entonces suspiré profundo,

pues supe que al intentar 

tocarte tendría que despertar.