A Carilda Oliver
¿Será tan malo haber querido estar a la orilla de tus deseos,
Querer ponerse la almohada donde más te gusta,
Cuidarte para toda la vida y quedarme sin nada,
Morirme el día de tu muerte y antes de tu hora,
Haber querido ser la causa de tu desordeno
Y que sangran mis rodillas por pedírtelo?
Si nos hubiéramos encontrado en alguna época,
Esa época tuya de ojos malos y mirada tierna llena de deseos,
Cuanto me hubiera gustado decirte que el amor eres tú,
Que lo erótico eres tú,
Que luego de tu muerte se acaba esa manera de decir…
Me desordeno amor, me desordeno.
Hija bella he ilustre de Matanzas,
Sin darme cuenta escribo y me nacen tus versos
Como mujer que soy y abandonada,
Hoy quiero parecerme a ti en todo y no te conozco nada,
Pero siempre has sido mía y de todos en mi casa
Moribunda me encuentro, es por eso que ya no me importan los calabozos
Oscuros, ni aquel Capitán vertiendose en mi cara.
Vengan a mí, todos los recuerdos,
Todos tus amantes ha partirme la cara,
Esta cara mía que siempre quiso dormir,
Solo dormir, en tus almohadas.
Autora:Cibel Cruz Sarmiento. 21 de septiembre 2004.