Nuestra grande ilusión: ¿Tan frágil era?
Nuestros sueños de amor: ¿Promesas vanas?
Que murieron igual que las gencianas
que fenecen al irse primavera.
¿Fue quizás su pasión, la gran quimera
que mi numen de bardo concebía?
Mas mirando su rostro yo sentía
un reflejo de luz en sus miradas
que decían con ansias desbocadas
que su luz de mi vida no se iría.
¿Hoy se marchan los sueños con la prisa
que acostumbran las almas desoladas?
¿Hoy me deja sus huellas bien grabadas,
cual pintor, que las penas improvisa,
en un lienzo, de forma muy precisa?
¡Y se marcha mirándome de frente
caminando serena y tan valiente;
sin pensar que la vida pasaremos
añorando la dicha que perdemos
y que juntos hicimos reluciente!
Nos juramos por siempre venerarnos,
mas parece se olvidan juramentos
o se pierden los bellos sentimientos
que sirvieron un día para amarnos.
Nos decimos \"adios\" al separarnos,
mas se queda recuerdo muy renuente
a quererse marchar tan de repente,
y se aferra tenaz a débil flama
intentando se vuelva fuerte llama
que reviva un delirio ya silente.
Nos inunda tremendo desconsuelo,
mas rebelde, soberbia no claudica,
y buscamos razón que justifica
terminar lo que fuera nuestro cielo.
El olvido, me dice que es un velo
que nos cubre de llantos y de penas,
nos evita las drásticas condenas
que la vida convierten en desierto,
nos enseña que el mundo es tan incierto
y que somos minúsculas arenas.
Y contemplo su rostro que dibuja
una mueca que quiere ser sonrisa
que se esfuma lo mismo que la brisa
que los vientos convierten en burbuja.
La ansiedad en mi pecho se apretuja
intentando fingir que nada importa,
que mi orgullo su marcha la soporta,
y que todo termina sin rencores
que vendrán a mi vida resplandores
que la verde esperanza siempre porta.
¡Mas sabemos los dos que no se olvida
esos lindos momentos que vivimos
en el lecho que siempre compartimos,
pues su esencia en las sábanas anida.
Concluyendo la amarga despedida
recordamos aquellas dulces notas
que nos dejan las pálidas gaviotas
cuando emigran, y tristes alzan vuelo,
y sus alas de blanco terciopelo
las remontan por tierras tan ignotas!
Autor: Aníbal Rodríguez.