Había una vez un chico;
(La verdad) y una chica; (La mentira) La verdad amaba a la mentira, pero como la mentira no sabía ser sincera y decir la verdad; mentía, en cambio la verdad, solo decía la verdad, y su verdad era que se había enamorado de la Mentira. La mentira al enterarse decidió quedar con él, alejados de la gente, en un parque, allí le dijo:
__Yo soy la mentira y no sé decir la verdad, por eso lo mejor será que cortemos. La verdad dolida dijo:
__Pero yo te amo, no puedo dejar de hacerlo, y; esa es mi verdad.
__Piensa que solo vivirás en una mentira. Engañándote a ti mismo.
La mentira quiso zanjar el tema, y pues, como era de esperarse La verdad volvió a pronunciarse:
__Te esperaré. (Estas fueron sus últimas palabras.)
La mentira marchó y la verdad sola quedó; esperando pasaban los días y meses; esperando y a su vez soñando despierto. Pero al ver que jamás regresaría decidió saltar por la ventana.
Fue tal el escándalo que la verdad salió a la luz. Cuando la mentira se enteró llena de odio y con lágrimas en el pecho, decidió saltar también pues, sus mentiras eran mentiras a medias; ella siempre había amado a la verdad, pero los padres de ambos siempre se habían odiado, la verdad y la mentira; la mentira y la verdad. Y al final como muestra y prueba de amor fueron enterrados en el mismo lugar dónde se vieron por primera vez, en el parque...