Entre los oscuros
apoyabrazos
de un viejo y terroso sillón,
pienso que la vida
es Roca y Peligro.
Los cristales de la ventana
mojados me acechan
enmascarados
por la lluvia que incesante,
me aterra.
Perpleja me pregunto:
Quién hizo
las negras noches
y los claros días?
Quién dilata las Distancias?
(Sólo Dios con su perpleja
e incognoscible
red de causas)
De dónde nace
este deseo precoz y desierto
del verso,
que circula en meandros
núbiles e inocentes
en busca
de la posesión inmaculada
de símbolos y metáforas,
que hacen que piense
en el Polvo, las Cenizas,
el Tiempo y sus Agonías,
(aunque me dañen).
En el alféizar de mi ventana,
veo Sombras
y me estremece
un vano temor incierto,
mágicos rigores,
pálidos colores vagos.
Y ya no hay demora.
Mi entretejida trama
se desmorona,
llega ya el alba...
En este oscuro sillón,
con la mirada ya aletargada
por el sueño que no llega,
me pregunto por Cristo,
y por la densa Ceniza Negra
que me envuelve diariamente
con su
vapor tan ignorado
y tan desconocido
como Divino.
Patricia Aznar Laffont