Tristeza.
Tú le pusiste tu nombre a la tristeza la noche que durmieron para siempre las estrellas, me sacaste la sangre de este vago corazón y lo llenaste con las gotas provenientes del dolor.
Te fuiste creyendo que mi amor era un embuste, y este amor hasta hoy en mi pecho triste ruge, es tan grande y verdadero, tan real y tan intenso, que hasta yo me sorprendo de lo mucho que te quiero.
Quizás yo te amaba, quizás yo te amo: este amor fue de palabra aunque sé que fue lejano.
Quizás ya no vuelvas, quizás ya volviste: el que vive sin certeza, al final muere muy triste.
Quizás tú me amaste, quizás tú me amas: el amor es un desastre cuando nadie cumple nada.
Tú le pusiste tu nombre a la tristeza la noche que la luna extravió su cara tersa, me negaste el secreto de tu boca en mi boca y me dejaste en el silencio convertido en un idiota.
Te fuiste creyendo que al amor lo vence el tiempo, y este amor hasta hoy siente todo lo que siento, es tan grande y verdadero, tan real y tan humano, que hasta yo me sorprendo de lo mucho que te amo.