Dulce mujér, de escultural belleza;
con besos, ardientes de pasión, llenarte de los pies a la cabeza,
y amarte con locura de mi corazon.
Destino de fantasía, de mi sueño,
Pensamiento de pasiones al amanecer, de románticas noches sin dueño;
Para entregarte todo mi querer.
Cientos de motivos y miles de razones;
Encuentro en ti, para pensarte, suspiros eternos de corazones,
y tu sonrisa para no olvidarte
Dos luceros, que brillan en tu mirada,
encantadora sonrisa en tu boca, majestuosa arquitectura soñada,
Mujér que mi corazón y alma toca.
Alberto A Robles