Si no te hubiese conocido,
cada quien su mundo habría formado.
Vidas paralelas habríamos tenido.
y jamás nos hubiésemos amado.
Si no te hubiese conocido,
¿qué habría sucedido?
eso, ni Dios lo sabe,
porque si él unió nuestros destinos
fue la mejor variante
que su divina inteligencia encontró
para evitar
que dentro de 100 generaciones,
nuestras posibles descendencias paralelas
guerras interplanetarias hubiesen provocado.
¡Ah!, amor,
si no te hubiese conocido
más temprano que tarde,
por errores en el cálculo divino,
el mundo se habría acabado.
Pero… ¿acaso eso es posible?
¿Juega o no juega Dios a los dados?
Ni siquiera los científicos se ponen de acuerdo.
¿Einstein? o ¿Hawkins?
¡Qué importa!
Lo único real y posible,
no son las estadísticas,
no son los huecos negros
no son los dados.
Es cierto que todos, desde nuestra génesis,
somos obra de la más absoluta casualidad:
¡Todos contra un único óvulo!
¿Quién predice el resultado?
¡Ah!, amor,
pero después de habernos conocido,
ni Einstein, ni Hawkins, ni las estadísticas,
ni los huecos negros, ni los dados,
hubiesen podido evitar lo sucedido:
Pensemos que Dios así lo ha querido,
más de 50 vueltas al sol, unidos,
le hemos dado,
y el mundo sigue existiendo.
y nosotros nos seguimos amando.
Frank Calle (8 /abr / 2018)