Tiernamente fría
como tapizada de nieve para el sueño
del tiempo
una araña va tejiendo en la memoria
la fría luz de la aurora;
En cada vibración del tejido, un augurio
de vida se estampa
para el vestido nuevo del renacimiento;
Una melodía se va abriendo
como un grito suave que traspasa
los olvidos;
No es la soledad lo que exprime la vida
son los vacíos que navegan
en la memoria
como oscuras burbujas que asfixian
las corneas blancas
que se llenan de ruido y de luz.
Arácnida esperanza que desnuda
sus madejas de ecos
para amalgamar la esencia de la vida
con insistencia;
creces, te hundes, te elevas
con liebre en los ojos
y el vientre lleno de mundos
a pesar de los buitres que pare la noche
En la noche pura, en que el cielo
es un tejido de luces
la inocencia perdida se entrelaza al alma
y se despoja de todos sus vacíos
para irse a poblar los celestes suspiros
y los alados besos
que ascienden hacia el azul
destino del amor.