Ella, hermosa dama,
reluciente luciernaga,
dama de la luz,
he visto como te envuelves,
en su encantador resplendor.
Mientras yo dama de la
obscuridad, observo como cada dia
te enamoras mas de ella.
Claro, si la comparas con migo
ella oviamente gana.
No puedo pelear
una batalla,
que hace tiempo
ya perdí.
Y esa batalla la perdí
en cuanto aperecio ella,
dama del encanto.
Ella triunfo!
ella ganó la guerra!.
Ahora es ella quien
gobierna tu corazón.
Ella reina de tu amor.