Tantos años de guerra fratricida
sin tener un momento de respiro,
es algo sucio, criminal, suicida
que destroza los puentes del camino.
Si no amamos la paz como la vida
moviendo la razón con nuevo giro,
seremos siempre sociedad fallida
que produce vergüenza y desatino.
¡Ya no más guerra, por favor, señores!
Que no vuelvan las armas asesinas,
con sus ráfagas duras y letales,
a sembrar injusticias y dolores
en el alma de gente campesina,
que sólo quiere remediar sus males.
¡No más guerra, por favor, señores!
¡No más guerra!