El templo mas hermoso que tenemos,
es el templo del alma, donde crecen
los sueños, que jamás morir dejemos,
porque llenos de luz, amor florecen.
Objeto debe ser de los humanos;
amar, y darnos siempre por enteros
a luchas de equidad, que los tiranos
al pueblo le arrebatan altaneros.
Cantarle a las pasiones mas floridas
es gracia que poseen los poetas,
mas deben ser sus plumas aguerridas
que vuelen por los vientos cual saetas,
llevando con sus rimas coloridas
los cantos de justicia como metas.
Autor: Aníbal Rodríguez.