Somos desconocidos.
Bailando al son de la música.
Chispas en el aire
Me desnuda su mirada.
Me hace morder el anzuelo.
Un beso y la perdición.
Pero nos vimos después.
Mucho después…
Porque aquella lo tenía rehén.
Pero un día huyó.
Siendo libre de la conciencia.
Del delirio.
Y nos encontramos,
En un sueño fugaz.
Mío por una noche.
Abriendo paso a una nueva oscuridad.
Y nos miramos como esa primera vez.
Perteneciéndonos nuevamente.
Provocando estragos es todo mi ser.
Mareándome con su lengua.
Aquí en las estrellas…
Agonizo de placer.
Él me rompe contra la pared y desgarra mis vestidos con violencia.
Se apoya por completo sobre mí.
Y su peso es delicioso,
Me aprisiona
Y me precipito.
Como quien desea posesión inmediata.
Lista para él.
Siendo su fiera.
Sus manos no me sueltan
Son fuego y electricidad sobre mi piel.
Hace que me retuerza, que me derrita con sus besos.
Mi sangre sube y baja, sube y baja.
Ebria de serotonina.
Su lengua en mi interior.
Tan húmeda.
Tan calienta.
Haciéndome débil.
Haciéndome suya.
Mis caderas estremecidas
¡Entra!
¡Entra!
¡Entra!
Se apresura a inmovilizarme
Se acribilla
Se agita
Se remueve dentro de mí
Y me da dulce, suavemente
Las horas siendo segundos
Y él sigue
Su deseo no se detiene
2, 3, 4,5 horas
¡Si! ¡Si!
Me clava sin compasión
Una y otra vez
Duro, suave
Duro, suave
Y se me borra todo
Ya no pienso
Soy un rio
Me corro deliciosamente
y él explota dentro de mí.