Merece que la tristeza se aparque junto a mi casa,
Merece que inserte la esperanza sobre el cajón
Enterrando en el hueco de mi desdén,
Merece que despierte y quede abatido
Sin ganas cosechando penas,
Merece las lágrimas atormentadas
unos ojos afligidos,
Y acurrucarme y echarme a vencer
Como el cobarde desvalido.
Merece que el gusto de respirar
Sea mecánico tan solo por existir,
Merece que entibie los desganos
En los pensamientos apocado de las derrotas,
Y el ánimo se anide en las risas de otros
Y decaiga la cara por no llorar…en el desanimo.
Merece que el mundo
Se me venga en encima,
Corrompa mi destino
Y yerto sobre mi tumba
Consiga alguna vez que tus ojos me miren,
Hacerte entender que mi vida lo eres tú,
Que nada soy sin tenerte a mi lado,
Que la indiferencia sea la diferencia
Del color de tu pelo,
De tus labios con mis besos,
De tus palabras con el viento,
Del viento con el adiós que nunca se ha dicho,
Con lo dicho y no se concreto,
Por ser difícil o por cobardía
Por lo que no se tuvo confianza en declarar,
Por todo lo dicho escuetamente,
Por lo no se quiso que de la boca nada se pronunciara.
Y así disparatadas son mis lógicas.
Alocadas, impulsivas, arriesgadas,
Quizá tontas, ilusas,
Quizás tal vez desesperadas
Pensar que muerto ya
De tus mejillas penda una lágrima de tristeza,
De tristeza inmensa al verme derrotado por tu amor
Creyendo suavizar tu corazón
Puedas mirarme y al verme sufrido por tu desafecto,
Puedas comprender lo real de mis palabras,
que un hombre llore alguna vez
Por el amor, desamor o indiferencia de una mujer…
Y quien diga que es falso lo dicho
Miente por no darse a menos…
Decir que no ha llorado alguna vez por una mujer…
Y ser visto como falto de virilidad...
…