Desde el país del recuerdo
Atalaya de mis sueños,
Quiero hoy a la distancia
Darle rienda a mi emoción,
Pensando en aquellas santas
Las mujeres de mi vida,
Fueron deidades sagradas
Y dueñas…de mi corazón.
Fueron parte de mi historia
Alumbrándome el camino,
Siempre ofreciendo su hombro
Pura alegría y pasión,
Teniéndolas siempre a mi lado
No existían los temores,
Y me enseñaron que a veces
Es de otros…la razón.
Me enseñaron con paciencia
Como llegar a sus almas,
Ese lugar tan sagrado
Donde se anida el amor,
Me mostraron que no siempre
Hay solo negros o blancos,
Y que hasta en lo más oscuro
Puede haber…también color.
Me llevaron de la mano
Donde caminan los duendes,
Y por veredas pintadas
De un bello rojo carmín,
Pensar que antes fui un paje
Viviendo siempre en las nubes,
Y desde ese momento
Fui un alegre…arlequín.
Que sería de este mundo
Sin tener el dulce encanto,
Que va dejando la estela
De una buena y fiel mujer,
Ellas son la savia
De las bellas flores,
Y son también el vientre
Para el buen…nacer.
Que estos versos les lleguen
A todas ustedes, mis amores,
Las que con dulzura
Me hicieron al cielo volar,
Hacia alguna estrella
Donde moran los amantes,
En el lugar de mis recuerdos
Allí siempre…van a estar.
Boris Gold
(simplemente…un poeta)