Cuando la brisa corrompe al silencio
y la tarde se duerme en azules extraños,
el amor se despierta en ávidos labios
y se rompen los velos del desengaño.
Cuando la noche se adiestra del sol
y los astros pululan en el reflejo de un lago,
el amor se empodera y es redentor
y la palabra queda vacía y sin don.
Andrés Romo
Save Creative 1812189368982