Te escribo con la rebeldía,
Y la firmeza que merece este amor,
El que te profeso con el alma,
Que se transporta en el silencio,
Y que traspasa los bloqueos.
Te escribo del amor que me confiaste,
Y que ahora confinas al olvido,
Te escribo de tu amor cobarde,
Y de mi amor rebelde,
Que se planta con el pecho en frente,
Para recibir el disparo final del tiempo.
Te escribo por el otro que según te ama,
El que aparece en el tiempo,
En que me fui de ti,
El que ahora es dueño de tu risa,
Pero que a la vez sabes,
Que la risa de tu alma,
Se quedo impregnada en mí,
Desde la ultima vez,
Que bese tus labios.
Te amo,
Y acepto que tu cobardía temporal,
Me matá un poco cada día,
Pero sé,
Que aun sientes algo que no es desprecio,
Porque este corazón aún late por ti.
Que es con lo que te ofendo a diario,
Con letras reiterativas sobre mi amor,
Con este latir y con este sentimiento hacia ti,
Lee y leemé bien,
Que el amor que te tecleo es el que sientes.
Aunque optes por la cobardía del tiempo.