Te acuerdas primo de
aquellos años de infancia cuando llegabas contento
y en casa te recibíamos con el corazón abierto,
es que eras como un pan de dulce alegre, vivaz y amiguero;
y te inmiscuías en todos los acontecimientos
de esta familia tan bella que te brindaba cariño.
¿Recuerdas el mangle, el cascajo y el caminito a la iglesia,
el collar de tapas de coca cola agarrados con piola?
¡Que tiempos plenos que guarda nuestra memoria!
¿recuerdas aquella foto que te tomaron con el collar de tapillas,
aquellos curas que llegaron a fundar “FE Y ALEGRIA”?
saliste bien en la foto todos así lo decían.
¿Te acuerdas primo, de la capilla de ladrillos y la pampa pequeñita
que se convertía en laguna cuando crecían las mareas?
y en las madrugadas todos al rosario de la aurora. Cuanta devoción le poníamos con ese sentir de niños,
que tu sazonabas con bromas como aquella
que me decías que en la noche solo se veía mi vestido,
porque el color de mi piel se perdía con las sombras.
Y las canciones de Sandro que cantabas saltando
De sofá en sofá , diciendo: “Te lo juro por esta, como lo hice yo”.
Eras como un pan de dulce primo hermano y amigo.
Cuando llegó el triste día que nos marcó tu partida
todos estábamos tristes , te nos ibas
a ese país del norte donde se llevan los sueños
y a ti te llevo con ellos a vivir otra cultura.
Ahí creciste, amaste y también te equivocaste,
perdiste tu norte allá en el país del norte.
Pero según me has contado Dios te puso en tu camino
un ángel como mujer que enrumbo tu destino
Y hoy al saber de ti a los tiempos me cuentas cosas hermosas
que has pasado con ella que en tu vida es una estrella.
Me hablas de amor divino de perdón de salvación, de todo lo que el amor hizo con la ayuda del Señor.
Cuanta hermosura en tu alma cuanta paz encuentro yo.
Y sin embargo aún sigues siendo el chiquillo
que jugabas con nosotros en las calles de cascajo.
¡Ay primo cuantos recuerdos de nuestra niñez tan querida.!
Me dices que escriba versos para ti, y hoy lo hago
Por todos nuestros recuerdos te dedico este poema.