Quiero asir cada segundo y retenerlo
Abrazarlo con hambre insaciable
Amarrarlo a mi pecho
con lazos invisibles
y que allí se quede
inmóvil e ingenuo
totalmente desnudo
completamente imperturbable
Quiero atrapar cada instante
Para hacerlo imperecedero
Furtivo y eterno
Como alas en vuelo
Que persiguen el viento
Como unicornio alado
Desfilando en el cielo
Como rayos de sol
Que se elevan del suelo.
Quiero ser montaña
y roca milenaria
Para que el tiempo
Se desvanezca
en su permanencia solitaria
en su honda profundidad
en su profunda eternidad
de millones de días y de noches
suspendidos en la inmensidad del universo
Quiero trascender al tiempo terrenal
Seguir su huella invisible
Refugiarme en su permanencia pasajera
Cobijarme en su útero de musgo y tierra
Y una y mil veces renacer
como flores silvestres
mecidas por la brisa
de un nuevo amanecer.