Pedro de la vega

Ironias tempranas

Desahuciado en plena mañana
Me encuentro con mis inseguridades recostadas en mis manos
descansan frágilmente como pequeños recién nacidos
Me hago el fuerte por fuera
Luzco inexpresivo, contraigo los músculos de mi rostro
Me tiemblan las manos
Se quiebra mi voz
Mil nudos en la garganta
Una sonrisa fingida
Ella habla de todo lo que tuvo
de todo lo que quiere
Yo me parto por dentro
No soy nada de lo que tuvo
estoy lejos de ser todo lo que quiere
Sonrió mientras cambió de tema
es restarle importancia o que el rostro se me derrumbe en expresiones incontrolables hasta que me delate
Y entonces despierten mis inseguridades en un frenesí profundo de absurdas contradicciones y amargas incomodidades.
Un sorbo de café, y ella toma mi mano.