Voy subiendo lentamente
A través de la montaña,
Despojando toda mi alma
De ese actuar que nada advierte;
Sé muy bien que mucho duele
El renunciar a la fama,
El pensar que nada pasa
Cuando el otro, al fin se atreve;
Otros buscan lo prohibido,
Yo renuncio a la partida
Soy tan solo un buen amigo;
Vale más vida sencilla
Que arriesgar por un delirio
Esa tan dulce armonía…