Como toda incógnita al nacer
nada resulta tan peculiar y esperado,
que el color de ojos del recién nacido.
Si son de color azul o verde
no hay duda que la satisfacción
ronda los matices de alegría familiar.
Es en tu caso que esas ventanas,
no solo te lanzan al mundo
por ellos todos nos lanzamos a ti.
Flechazos que al parpadear
hacen enmudecer lo esencial
para colmar suspiro pasional.
Leer tras ese hermoso brillo
todo tu físico e interior
solo lo provocan tus ojos
de los que se siente sed.
Ya saciada con tu presencia
me ahogo beber tu mirada
converso con mi almohada
si mi sed es por tu ausencia.
Marzo/2019