Podría haber sido fusilado. Aunque no era de ningún partido . Pero no está en ningún cielo perdido. Porque en mi alma se ha quedado. Cuando era un chaval quería ser torero . Porque en la tierra había toros bravos . Soñaba que algún día le darían orejas y rabos. Y terminó siendo un honrado obrero Nunca se expresó con deseos de venganza. En su familia no se odiaba al prójimo. Su dios era desconocido porque era anónimo. Los animales, los amigos y la familia fueron su enseñanza. Cuando era niño se escapaba a Madrid. Y volvía a casa escoltado por la guardia civil Nunca fue castigado ni con porra ni con fusil. Su afición al toreo fue su único ardid