lazaro sosa cruz

SOMETIDO A MI PROPIO SILENCIO

¡¡Qué fuerte y alegre era yo

en aquél entonces cuando te conocía!!.

¡¡Cuánto reía!!

¡¡Qué felicidad!!.

¡¡Cuánto me gustaba observar los

pájaros y acariciar la brisa 

del viento!!

Y después llegó la vida.

la verdad de ésta traducida en

distancia para después tu huída.

¿Y  ahora?

Ahora estoy sometido y

obediente a mi propio silencio.

 

Lázaro